Energía fotovoltaica, tendencias para este 2023

El auge de la generación distribuida, así como los retos de los precios de los componentes y la fabricación local, crean un panorama favorable para las energías renovables como la energía fotovoltaica.

Energía fotovoltaica Energía fotovoltaica

El 2023 se perfila como un año en el que la energía fotovoltaica estará cada vez más presente y en el cual se optimizará la gestión de los sistemas solares a través del uso de la inteligencia artificial. Si la tendencia de crecimiento de 2022 continúa, en el que vimos un incremento en las instalaciones de sistemas fotovoltaicos, el 2023 promete ser excelente para el sector y en el que también veremos nuevas tendencias. 

 

Cabe destacar que las nuevas propuestas en la energía fotovoltaica no solo van a vincularse con innovaciones, hay muchos retos en el sector que deben solucionarse como la reducción del costo nivelado de la energía (LCOE, siglas de coste energético nivelado), mejorar la eficiencia de la operación y mantenimiento (O&M), conservar la estabilidad de la red eléctrica, mientras que se nutre de más energía renovable, y garantizar la seguridad del sistema en su totalidad.

Tendencias en la energía fotovoltaica para 2023

  • Uso de la Inteligencia Artificial (IA): Quisimos comenzar este decálogo de tendencias sobre la energía fotovoltaica hablando de la inteligencia artificial; esto se debe a que la industria se ha ido sumergiendo en el manejo de datos y hay que saber cómo usar correctamente esa información para maximizar los beneficios de este tipo de energía. Directamente se espera que la inteligencia artificial desempeñe un rol importante en todo el ciclo de vida de PV (células fotovoltaicas) + ESS (sistema de almacenamiento de energía), incluida la fabricación, construcción, operación, mantenimiento, optimización y operación.
 
  • Digitalización: Esta tendencia se relaciona con la anterior porque, nuevamente, en diversas plantas de energía fotovoltaicas tradicionales tienen mucha maquinaria de la que no se recopila información o, incluso, los equipos no tienen comunicación entre sí. Se espera que con la digitalización se puedan insertar tecnologías avanzadas como el 5G, el internet de las cosas (IoT), tecnologías de detección, almacenamiento en la nube y el big data. Con todas estas herramientas las plantas fotovoltaicas podrán enviar y recibir información, utilizar bits o flujos de información para administrar los flujos de energía, y muchas cosas más.
 
  • Más almacenamiento de energía: Se espera que para este 2023 haya más presencia en el mercado de los bancos de baterías, en especial las de litio. Y es que la tecnología de baterías de iones de litio como solución para el almacenamiento se está tornando cada vez más accesible y eficaz. Esto va a permitir que las empresas aprovechen al máximo la energía solar que se produce durante el día.
 
  • La generación distribuida: Según un artículo de la Fundación Endesa (2022), “La generación distribuida va a suponer menos pérdidas de energía en el transporte de la electricidad desde la generación hasta el consumidor. Esto también va a influir en el ahorro a la hora de elevar la tensión eléctrica para su transporte”. Se espera que en el 2023 se favorezca una generación más distribuida, ya sea a través de subvenciones en efectivo, reducciones del impuesto al valor agregado, devoluciones de impuestos o tarifas reguladas (Ryan Kennedy, 2023).
 
  • Autoconsumo compartido y las comunidades energéticas: Otra tendencia del 2023 será el aumento del autoconsumo compartido. Esto quiere decir que las empresas podrán compartir una instalación fotovoltaica para que, entre otras cosas, disminuyan costos y puedan reducir la dependencia a las redes eléctricas tradicionales.
 
  • Garantizar la seguridad con la integración de PV+ ESS + Grid: Esta acción va a permitir la construcción de un sistema sólido que integre el PV (células fotovoltaicas) + ESS (sistema de almacenamiento de energía) + Grid (redes eléctricas inteligentes que combinan la automatización y el control) para poder proteger el suministro de energía fotovoltaica y la alimentación a la red, consiguiendo así que se garantice su seguridad.
 
  • Disminución en los precios de los componentes: Esta buena noticia va a beneficiar a todo el sector de energía fotovoltaica, pues las materias primas y los costos de envío van a reducirse en 2023. Este hecho se debe a varios factores, pero principalmente hay que tener en cuenta que los costos de envío a nivel global están volviendo a sus tarifas regulares previas a la pandemia del Covid en 2020. Sin embargo, según Standard & Poors Global, la agencia de calificación de riesgo que mide las prestaciones de 100 compañías multinacionales de negocios globales, “Este alivio de costos no se traducirá inmediatamente en menores gastos generales de capital para proyectos de energía renovable”.
 
  • Auge de la fabricación local: Este punto también tiene cierta vinculación con el anterior porque las empresas vinculadas con la energía fotovoltaica están buscando poder fabricar de manera local sus componentes para solventar sus necesidades de almacenamiento de energía. Esta acción se está haciendo más evidente en Estados Unidos y Europa, pero no se descarta que comience a notarse en otros países, incluyendo a los de Latinoamérica.